ha sido desde su inicio claro y definido: ayudar a la Mujer Integral, en sus necesidades espirituales, físicos, emocionales, culturales y sociales en un enriquecido marco de compañerismo con mujeres de otras iglesias evangélicas.
En sus Estatutos, legalizados y debidamente inscritos en el Ministerio de Justicia y en la F.E.R.E.D.E. también se menciona que nos adherimos a la “Declaración de Fe de la Alianza Evangélica”.