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La ESCLAVITUD en el Siglo XXI

Por 21/03/2013enero 31st, 2021Actualidad

Nos adelantaron y nos miraron de arriba abajo, nos miraron la matrícula y las caras. Mientras nos miraban, Manuel sacó el móvil y dijo:

-Hago como que estoy llamando a la poli, a ver si se van.

Y se fueron.

-¡Se van! ¡Gracias a Dios, se van!- la vocecita venía del asiento de atrás.

Del alivio que sentí, que sentimos sobre todo Mª Rosa y yo, aún me acuerdo perfectamente, y ya hace casi un año. Nos habían perseguido tres moles de hombres trajeados, en un deportivo reluciente, y nosotros en nuestro utilitario de segunda mano, conmigo al volante..

Estábamos sacando fotos de algunos de los clubs de alterne que hay en la zona cercana a mi casa. Le había pedido a Manuel López que me hiciera una presentación sobre la prostitución en la provincia porque tenía que hablar sobre el tema en la conferencia de líderes de Mujeres de la Alianza Bautista Mundial del 2010, en Honolulu, Hawaii.

Nunca había ni soñado con ir a Hawaii.¡Está tan lejos! Justo a 12 horas de diferencia de España – si aquí son las 12 del mediodía, allí son las 12 de la noche. Era como si ir allí, al paraíso de las vacaciones, fuera la compensación por tener que hablar de un tema tan terrible y trágico como es el tráfico de personas, en España, la mayoría niñas y mujeres, condenadas a la explotación sexual en la prostitución.

Cuando empecé a darme cuenta de lo que está ocurriendo en nuestro país, en todo el mundo, me asombré de que no lo hubiera visto antes. ¿Cómo puede ser que todo el tiempo tenía delante de mí algo que involucra a tantas personas, que mueve tantísimo dinero, que es tan terrible?

Fue a raíz de la política, ¡fíjate! Me había presentado en una lista para el Ayuntamiento y había salido elegida, iba la 8 en la lista. Me dieron la Concejalía de Igualdad, sin pedirla ni pelear por ella. La primera pregunta en la radio tras mi toma de posesión fue:

-¿Qué se siente cuando te dan una “María” de concejalía?

El departamento de las mujeres se llama concejalía “María” porque tiene poco presupuesto – poco tienes, poco vales. Allí empecé a trabajar con las mujeres víctimas de la violencia de género para acabar con las mujeres en prostitución. Estas tienen 40 veces más probabilidades de sufrir una muerte violenta que cualquier otra mujer.

Me rompe el corazón pensar en ellas, en las niñas, porque cuando las “inician” son menores que mis hijas. Muchas han sido abusadas en la infancia, algunas proceden de orfanatos de países en pobreza extrema que no protegen a sus niñas, y las mafias, los desalmados, se aprovechan. El dinero que mueven es mucho y negro. Raíz de todos los males: el amor al dinero.

Hace ya un par de años que empecé a encontrarme con personas en nuestras iglesias que se inquietan por este asunto. Que no podían cerrar los ojos y volver la cabeza sin más. Son personas de diferentes denominaciones, de los Hermanos, de la Iglesia Evangélica Española, algunos bautistas. Nos hemos organizado en una asociación sin ánimo de lucro para poder actuar en pro de las víctimas y en contra de la violencia que supone el tráfico humano, la compra-venta de las personas, la esclavitud moderna del siglo XXI.

Así se llama la asociación: Esclavitud XXI. Somos parte de la coalición internacional Stop the Traffik que se formó hace unos años en Inglaterra, en el 200 aniversario de la abolición de la esclavitud. Hoy hay más personas esclavizadas en el mundo que entonces. Yo no me había dado ni cuenta, ¡no lo sabía! ¿Cómo pude estar tan ciega?

Tú puedes hacer algo. Entre todos y todas podemos hacer mucho. Nuestro propósito como creyentes cristianos es ser sal y luz donde estemos, es más importante SER que hacer. Cuando somos, cuando estamos dispuestos y dispuestas, el Señor nos utiliza donde Él quiere y como Él elige.

Te invito a que lo pongas en oración. A que le ofrezcas al Señor tu vida, tus dones, tu casa, tu ilusión, el deseo de tu corazón. Y verás. Verás cosas que jamás imaginaste, ¡serás parte de Su obra!

El lema de la conferencia de mujeres en Hawai era Gálatas 5:25: “Si vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu.” Y en la clausura hablamos de la misión que Jesús recibió y nos encomendó a nosotros, según Isaías 61:

-anunciar buenas nuevas a los pobres

-vendar a los quebrantados de corazón

-proclamar libertad a los cautivos y a los prisioneros apertura de la cárcel

-proclamar el año de la buena voluntad de Jehová y el día de su venganza

-consolar a todos los que están de duelo

-dar diademas en lugar de ceniza, aceite de regocijo en lugar de luto y un manto de alabanza en lugar de un espíritu de aflicción.

Él está obrando. ¿Dónde encajas tú?